Los gatos son fascinantes felinos. Son curiosos, inteligentes, ágiles… Una de sus características mas destacadas es su conducta alimentaria, ya que se ha ido desarrollando en la evolución de gato salvaje a gato doméstico. Vamos a adentrarnos en el intrigante debate acerca de si nuestros queridos gatos son realmente omnívoros o carnívoros. Descubriremos juntos su anatomía, evolución y necesidades alimenticias para desentrañar el misterio de la dieta perfecta para estos adorables peludos. ¡Prepárate para una inmersión en el mundo de la nutrición felina!
¿Carnívoro u omnívoro?
Pues bien, científicamente los gatos son considerados estrictamente carnívoros. Esto quiere decir que solamente se alimentarían con carne. Obviamente pueden consumir alimentos de origen vegetal o derivados de otros animales , sin embargo, estos alimentos NO SON ESENCIALES para su tipo de dieta.
¿Qué conserva el gato de sus orígenes salvajes?
Existen muchos rasgos que aún se conservan intactos, aunque no todos los gatos son iguales. Los más comunes son :
- Instinto de caza: Seguramente has podido ver a tu gato “jugar” a cazar la presa puede ser cualquier cosa, desde un insecto que se cuela en casa, a un ratoncito del jardín, o cualquier juguete o elemento que encuentre en su camino, y hasta puede hacer ver que te caza a ti. Todo con esas posiciones sigilosas tan felinas; primero observando, luego preparando su cuerpo para saltar, hasta esperar con calma y paciencia al momento oportuno para saltar sobre la presa.
- Actividad nocturna: Normalmente ligado al punto anterior, como el gato es un cazador nocturno, a menudo conserva esa energía para la noche, y pone en práctica sus juegos más intrépidos cuando tú estás durmiendo
- Alimentación racionada según necesidad. En su estado natural, el minino caza y come lo que necesita, y puede seguir cazando sin hambre. Si tiene acceso ilimitado a su alimento, se lo reparte para saciar su apetito. Los gatos domésticos no suelen tener este privilegio, por lo que si el gato no tiene ningún problema de salud, es bueno que se le permita regular su ingesta de alimentos.
- Anatomía. Cada parte de su cuerpo está pensada para supervivencia, sus ojos privilegiados de cazador con visión nocturna su lengua rasposa que le ayuda a estrangular a sus presas, sus omoplatos sin clavícula que le permiten hacer giros de todo el cuerpo y caer casi siempre de pie, etc.
- División del territorio. Su fuerte carácter territorial hace imprescindible que la casa reúna una división parecida a la que el gato tendría en su estado natural. Un espacio para dormir, uno para comer, uno para el juego… todos ellos diferenciados y separados entre sí.
- Privacidad para hacer sus necesidades. Cuando el gato vive en su estado salvaje, busca un sitio íntimo en el que hacer pipí y caca. Un lugar en el que estar protegido y en el que no dejar evidencias para sus depredadores. Este requisito lo mantiene cuando es doméstico, por lo que el arenero tiene que estar en un lugar adecuado y tener unas características concretas.
- Defensa ante posibles depredadores. El felino no solo evita mostrarse débil mientras está “en el baño”, también suele ocultar que se encuentra mal. En la naturaleza, el gato se escondería si está herido, para evitar que un depredador se aproveche de ello. Y cuando el gato es doméstico también evita mostrarse vulnerable. Por eso hay que estar pendiente de posibles señales de alerta: el gato come menos, se esconde más, está menos activo, etc.
Los gatos domésticos pueden conectar frecuentemente con sus orígenes salvajes, aún haber vivido siempre en una casa. Simulan que están cazando metidos en una caja, rasguñan su rascador como si fuera el árbol más robusto y agradable de todo el bosque, entre otras muchas cosas.
A pesar de las similitudes con los gatos salvajes, también hay pequeñas diferencias respecto a ellos. Los gatos domésticos no necesitan cazar para alimentarse, las fórmulas comerciales de ALTA CALIDAD (pienso, patés o alimentación BARF) están diseñados para cubrir sus necesidades nutricionales.
Eso si, es muy importante saber interpretar correctamente el etiquetado de la composición de los alimentos, para así saber si de verdad le estamos dando una buena alimentación y cubriendo sus necesidades, ya que de eso dependerá la salud de nuestro gato.
La herencia carnívora del gato salvaje, ha hecho que los gatos domésticos tengan un metabolismo que procesa de forma efectiva los altos niveles de proteína.
Requieren de ella para mantenerse sanos y fuertes y con un buen funcionamiento metabólico de su organismo.